Tras la debacle ante el Milan, el Real Madrid tocó fondo. La segunda derrota consecutiva en casa, la tercera de la temporada, y sobre todo, la mala imagen dada en los dos últimos encuentros, evidencian que el conjunto blanco tiene demasiados problemas que abordar. El barco del Real Madrid tiene la obligación de comenzar a achicar el agua si no quiere que termine de hundirse antes de que acabe el año. Sin embargo, son tantos los frentes abiertos que no parece que se vaya a arreglar en cuestión de horas.
El Real Madrid tiene serios problemas en todas las zonas del campo. Una serie de problemas que afectan a todas las demarcaciones y en el que se ven señalados, prácticamente la totalidad de la plantilla salvo Courtois. El belga, a pesar de perderse varios encuentros por lesión y después del calvario que sufrió la temporada pasada, está de nuevo, a un gran nivel. Precisamente si no hubiese sido por el portero, varios encuentros que el equipo sacó adelante por la mínima, habrían tenido un desenlace mucho más trágico. Repasamos los motivos de la debacle blanca, uno a uno.
Un esquema que no cuaja
El problema del Real Madrid proviene desde la base. Ni el 4-3-3 ni el 4-4-2. Ninguno de los dos esquemas utilizados por Ancelotti han dado los resultados esperados. La llegada de Mbappé al equipo obligó a variar el esquema. Algo que, con un jugador del nivel del francés, no debería haber afectado. Sin embargo, ni el 4-3-3, utilizado al principio de temporada ni el 4-4-2, requerido ya bien entrada la temporada, terminan de colocar adecuadamente a un equipo que hace aguas a la hora de crear juego. Los rivales defienden el ataque blanco con demasiada comodidad. Una creación basada en la lentitud.
No hay reemplazo de Kroos
El alemán era insustituible y el Real Madrid no lo sabía, hasta ahora. El equipo sigue sin superar su prematura retirada tres meses después de retirarse. El encargado de dirigir el juego y de llevar la manija no tiene en la plantilla alguien que pueda cubrir su lugar, ni siquiera Valverde. El uruguayo, uno de los más destacados ha tratado de jugar en su posición pero ni sus cualidades ni el esquema le favorecen. El ex del Real Madrid era el encargado de dar verticalidad al conjunto blanco con sus pases milimétricos. Precisamente esa falta de verticalidad es el principal problema del Real Madrid.
Solo la V funciona de la BMV
La delantera tampoco queda eximida de culpa. Salvo Vinicius, que sigue en registros similares, el resto no termina de arrancar. Por motivos diferentes, pero ni Bellingham ni Mbappé están al nivel que se les espera, sobre todo el inglés. A estas alturas, la temporada pasada a estas alturas llevaba 10 goles, esta de momento, 0. Cierto es que su posición en el campo es más retrasada y así se encarga de defenderlo el italiano, pero ni los registros tan espectaculares eran normales la pasada campaña, sobre todo durante el primer tercio de temporada, ni los de ahora se pueden explicar.
Diferente caso el de Mbappé. Aunque a nivel goleador y de generar ocasiones, no se ha resentido, el principal problema es que no termina de encajar en la posición de 9. Ancelotti sigue decidido a colocarlo de referencia, sin embargo, ni es un nueve ni está cómodo en esa demarcación. Ejemplo de lo que ocurre sucedió en encuentros contra el Mallorca, Las Palmas o Betis, en los que el jugador inconscientemente se colocaba en la banda izquierda, quitando espacio a Vinicius y dejando el centro completamente liberado.
Sin rastro de la solidez defensiva
La temporada pasada el Real Madrid sufrió en defensa varios golpes terribles en forma de lesión. Las graves lesiones de rodilla de Militao, Courtois y Alaba dejó la zaga completamente tocada. Sin embargo, el Real Madrid a base de los jugadores con menos minutos consiguió hacerse fuerte y dar la mejor versión de los teóricos suplentes. Esta temporada, nada se parece a aquella defensa. Rudiger y Militao no dan la seguridad que acostumbran y el equipo lo nota. Mendy no es la roca que acostumbra y el único que estaba en un buen nivel, se rompió la rodilla. Con la lesión de Carvajal llegaron más problemas. Lucas, su sustituto está muy por debajo de lo esperado y ya ha quedado señalado en solo dos partidos. Raphinha, en el clásico y Leao en Champions ya le han sacado los colores.
Sin protagonismo del banquillo
Jugadores de un rol más secundario suelen salir a flote y dar el 200%. Esta temporada, otra de las claves de la debacle, bien por falta de minutos o por rendimiento propio, no han aparecido. Ni Brahim, ni Lucas, sólo Modric en momentos puntuales parece dar algo de luz. Caso aparte de Endrick y Güler. Ancelotti parece que no cuenta con ellos a pesar de que la afición los reclama en cada partido. El italiano parece que no confía en ellos y se le está empezando a acabar la paciencia, sobre todo en el caso del turco.