Las canteras son una base imprescindible para el desarrollo presente y futuro de los clubes de fútbol, sin embargo el empleo de ellas no es igual en todos. En España sobresalen por encima del resto las canteras de Real Madrid y FC Barcelona, los dos clubes más prestigiosos del país. No obstante, madrileños y catalanes, no entienden sus canteras de la misma manera. La Fábrica y la Masía tienen diferencias.
Distintas filosofías
Bien es conocida que la figura del canterano en el FC Barcelona tiene una importancia superlativa no solo en lo futbolístico sino también en lo emocional. La cantera blaugrana, con La Masía como epicentro, recoge la filosofía culé de mirar a la casa y formar talentos que puedan ser parte del primer equipo y desarrollar toda su carrera en él. La cantera catalana acompaña a los jugadores y le otorga oportunidades en caso de necesidad. Siempre intentan que el jugador triunfe y no tenga que buscar un destino fuera de ‘Can Barça’.
En el caso del Real Madrid, la cantera sirve de soporte para llegar al fútbol profesional. El objetivo principal es que el jugador se desarrolle y saque su potencial para poder establecerse en la élite, independientemente de si va a ser en el club blanco o en cualquier otro club de Primera División o Europa. En este cometido, el conjunto merengue es el mejor de Europa como reflejan los datos. Según el Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), el Real Madrid lidera el ranking de las canteras que más jugadores aportan a las cinco grandes ligas. 42 futbolistas aportan los blancos, seguidos de los 32 que aporta el Barcelona.
Oportunidades en el primer equipo
Es común ver en los onces iniciales del FC Barcelona multitud de canteranos como titulares y otros tantos esperando su oportunidad en el banquillo. Ahora con Flick o antes con Xavi, el cuadro culé confía en jugadores muy jóvenes y con escasa experiencia en el fútbol de alto nivel para disputar partidos de la máxima exigencia. Esa confianza ciega en lo que vienen trabajando en la cantera da sus frutos y establece en el primer equipo jugadores que en al principio son desconocidos e incógnitas para luego convertirse en estrellas en pocos meses. Gavi, Lamine Yamal, Cubarsí, Casadó… no son producto de la suerte o el azar. Su nivel se construye gracias a la confianza de su entrenador, y lo que es más importante, la confianza del club. Una estructura idónea para moldearse y adaptarse a la forma de jugar del Barça que luego acoplan perfectamente al juego de la primera plantilla.
En el lado contrario tenemos al equipo madridista. Habitualmente en las alineaciones que presenta Carlo Ancelotti se pueden observar uno o dos canteranos como máximo y los que están en el banquillo no cuentan con minutos. Solo la plaga de lesiones que el Real Madrid está viviendo esta temporada abre la posibilidad a que jugadores del Castilla puedan jugar. El último en hacer su debut con la camiseta blanca ha sido Raúl Asencio. El central canario saltó al campo tras la grave lesión de Militao en su rodilla derecha; sin embargo el club ya sondea el mercado de fichajes para cubrir la baja del central brasileño. El club no se plantea confiar en la cantera para afrontar esta dura situación.
Fuga de talentos
La escasa participación de las joyas de la cantera merengue obliga a estos a hacer las maletas y buscar oportunidades fuera del Real Madrid. En las últimas temporadas han abandonado ‘La Casa Blanca’ talentos como Rafa Marín al Nápoles, Antonio Blanco al Alavés, Miguel Gutiérrez al Girona o uno de los caso más sonados, la perla argentina Nico Paz al Como.