Rodrygo se ha ganado un hueco definitivo en el once. Otro gran encuentro del brasileño ante el Mallorca que junto con Bellingham fue de los mejores del partido. Protagonista en dos de los tres goles, firmó otro gran partido en la víspera de otra final con el Real Madrid. Determinante en los últimos encuentros, atrás quedan los primeros meses de la competición marcados por la lesiones y que privaron al jugador de dar su mejor versión.
Una semifinal para consagrarse
Ancelotti apostó por la BMVR y está respondió, sobre todo la «B» y la «R». El primero, MVP del partido, anotó el primer tanto y lideró el ataque desde la posición de falso nueve. El segundo, determinante en el área. Protagonista en el primer gol, la jugada del tanto comenzó en sus botas tras un gran contraataque que finalizaría en primer lugar con un remate de cabeza que acabaría estrellando en el palo después de que Vinicius le pusiese un gran centro. La jugada continuó y tras varios remates, Bellingham no perdonó.
Muy presente durante todo el encuentro, fue el que más lo intentó de cara a puerta junto con Mbappé. 7 disparos, tres de ellos a puerta y la sensación de que al brasileño solo le faltaba el gol. Un gol que acabaría llegando después de tanta insistencia y sobre todo gracias a un gran centro de Lucas Vázquez. El gallego le mandó un centro medido que el brasileño no perdonaría.
El brasileño cerró así un día soñado. Protagonista del partido el día que cumplía 24 años, confirmando además que la banda derecha del Real Madrid ya tiene dueño y ese es Rodrygo Goes.
Rodrygo, afincado en el once
El cuarto en discordia, siempre ha sido el que más papeletas ha tenido para salir del once blanco. Sin terminar de alcanzar su pico de rendimiento, todas las miradas apuntaban a él cuando las cosas no iban bien. Con el cambio de esquema a cuatro centrocampistas, Rodrygo fue el sacrificado. Sin embargo, con la vuelta definitiva al 4-3-3, Rodrygo es inamovible. Además, sus números le respaldan. Siete goles y cuatro asistencias en 23 partidos pero sobre todo la sensación de que algo ha cambiado en él, sobre todo en los últimos cinco partidos.
Tras el partido ante el Rayo Vallecano en Vallecas el cambio de Rodrygo fue radical. Aprovechando la suplencia de Vinicius que llegó al partido tras la lesión, el brasileño jugó más liberado, apareciendo tanto por la banda izquierda como por el centro o incluso escorándose en la izquierda, donde habitualmente suele estar Vini. Aquel día anotó un gol y dio una asistencia. Unos números que a partir de este encuentro solo fueron a más.
El extremo vio portería ante el Pachuca en la final de la Intercontinental y ante el Sevilla para cerrar el año. Solo ante el Valencia en el primer encuentro de 2025 se ha quedado sin ver puerta. Curiosamente fue el día que más desaparecido estuvo en esa banda derecha. Sin embargo, ante el Mallorca se ha vuelto a consagrar firmando un excelente partido, anotando en cuatro de los últimos cinco encuentros y dejando el partido de Mestalla simplemente como una anécdota de un partido algo más flojo´.
La final del año pasado como ejemplo
Es una final y no necesita motivación. Pero por si acaso, Rodrygo solo tiene que recordar la final del pasado año. Ante los azulgranas, el internacional con Brasil firmó un partido casi perfecto. Autor del cuarto tanto que cerraba el partido y la goleada, además fue protagonista regalando uno de los tantos a Vinicius y poniendo el balón que acabaría provocando el penalti de Araujo sobre Vinicius. Aquel día Vinicius se llevó las portadas con un hat trick, pero el partido de Rodrygo no se quedó atras.