Se acabaron los debates. Mbappé ya está aquí. Tras meses de adaptación y de pretemporadas exprés, el francés parece haber alcanzado su nivel más óptimo tras una nueva exhibición. Con la ausencia de Vinicius y ante la obligación de dar un puñetazo a LaLiga tras los pinchazos de Atlético de Madrid y Barcelona, Mbappé cuajó muy probablemente su mejor partido como madridista. Anoto su segundo doblete aunque celebró el primer hat trick de blanco, aunque un fuera de juego le privó de cerrar el partido perfecto. Tras acabar el encuentro, el mismo lo reconoció: «Estoy adaptado en el equipo, juego como quiero jugar, con personalidad».
Líder
Un Mbappé desatado. Fue probablemente el encuentro en el que vimos la mejor versión de Kylian. No solo a nivel goleador, si no a nivel de protagonismo. Lo intentó una y otra vez, apareció por la izquierda, por el centro e incluso por la derecha en varias ocasiones. Jugó con plena libertad y eso le dio alas para desmelenarse. A pesar del gol tempranero de Fabio Silva, nadie le iba a fastidiar su gran tarde.
8 minutos tardó en tener su primera gran oportunidad. Una internada desde la banda izquierda acabó con un disparo del francés que si no hubiese sido repelido por una gran estirada de Cillessen ni posteriormente por el larguero, habría sido el primer tanto del internacional francés. Sin embargo, solo fue un simple aviso del vendaval que se le venía encima al equipo canario. 10 minutos después, un penalti provocado por Rodrygo, le dio vía libre al francés para abrir su cuenta particular y la del equipo.
Tras ese tanto, nadie pudo pararlo. Presente en casi cada llegada blanca, gozó de varias oportunidades gracias a varios disparos potentes desde larga distancia que fueron solventados por el portero neerlandés. Tras esos avisos, ya no perdonó. Un robo desde la parte izquierda le permitió a Rodrygo entrar al área por la parte izquierda, banda desde la que le puso en bandeja la pelota a Mbappé para que desde el punto de penalti pusiese la pelota en la escuadra derecha, imposible para Cillessen.
Minuto 36 y el Real Madrid prácticamente había sentenciado el partido gracias al doblete de Kylian y al gol de Brahim, también precedido, primero de una gran jugada del francés y posteriormente de un latigazo que despejó como pudo el portero visitante. Ese rechace le llegó a Lucas Vázquez para que este le regalase el gol al internacional con Marruecos.
Rozó el hat trick
Cerca estuvo de llevarse su primer balón a casa. De hecho, lo celebró, aunque solo fuese de manera momentánea. Tras una primera parte casi perfecta, Mbappé le puso el broche a unos inmejorables 45 minutos tanto del equipo como suyos. El campeón del mundo aprovechó un regalo de Rodrygo para anotar el cuarto, tercero en su cuenta. Sin embargo, un fuera de juego posicional propio en el inicio de la jugada le privó de su primer hat trick de blanco. Aún así, no empaño su mejor partido de blanco y la confirmación de que este «sí es Mbappé».
Un líder dentro y también fuera
No solo en el campo se echó el equipo a la espalda. También fuera. Lleva solo 5 meses y ya ejerce prácticamente de capitán. Tras acabar el partido, mandó un mensaje de unidad tras lo ocurrido ante el Barcelona y los consecuentes pitos: «Tenemos que estar unidos porque tenemos muchas cosas que ganar. Seguro que la gente no estaba contenta, pero al final tenemos que estar unidos y vamos con todos los madridistas a por los títulos que faltan”, reconoció Mbappé ante las cámaras de Real Madrid TV.