Uno de los jugadores más reconocidos de la historia del Real Madrid es, sin duda, Raúl González. Cuando se van a cumplir 30 años de su debut en La Romareda aquel 29 de octubre de 1994, Informe + de Movistar + ha querido hacer un repaso de la historia de este histórico futbolista. Además, no solo ha hablado con el protagonista, sino que han sido muchas personalidades las que han contado desde fuera cómo vieron ese debut y su rápido crecimiento dentro de los terrenos de juego.
Y es que Raúl González tenía mucha calidad y eso en el fútbol lo es todo. Su eres verdaderamente talentoso tu carrera se dispara sola. Y eso es lo que le pasó a Raúl. En ‘La Liga de Valdano’ de la temporada 1994-1995 podemos apreciar no solo parte de la historia que ya conocemos, sino que también podemos ver cómo vivió ese momento el vestuario.
Con tan solo 17 años fue capaz de abrirse hueco en una plantilla llena de grandes veteranos como Paco Buyo, Fernando Hierro, Michel, Butragueño, Martín Vázquez o Chendo. Y es que Raúl dio un salto desde el Real Madrid C al primer equipo. El propio Raúl recuerda entre risas en el documental que «me querían matar».
Además, Raúl llegó en el momento clave, ese en el que en la delantera del conjunto blanco empezaba a haber dudas por parte de Valdano. Así que el entrenador no dudó en dar la oportunidad de ser titular a la estrella blanca en Zaragoza. Esta decisión la tomó tras un amistoso contra el Karlsruhe alemán. El propio Valdano explica en el documental que «cuando acabó aquel partido, Raúl ya era el titular del siguiente que jugábamos en Zaragoza».
Incluso Santi Cañizares reconoce que se dio cuenta de que el técnico tenía devoción por Raúl, ya que dice que «Valdano a veces se quitaba el traje de entrenador y se ponía a jugar con él, como con un niño, a ver quién se quitaba el balón… Valdano había encontrado el amor».
Cosa que reafirma Quique Sánchez Flores, que afirma que escuchaba «Constantemente: ‘Ohh, no me lo puedo creer’, ‘¡Qué cosa!'», durante los entrenamientos. Pero claro, ¿cómo no expresar la admiración? Y es que el propio Sánchez Flores recuerda los entrenamientos. «Hace tres entrenamientos a cada cual mejor, hace una ruleta, te pega un taco, te mete una picadita, te levanta llevándola pegada al pie…», recordó.
Sin embargo, Luis Enrique, le quita importancia a estas expresiones, ya que dice que «los argentinos hacían mucho esto, de ‘¡Oh, qué personalidad!’. Ellos potenciaban que Raúl se mostrara como él era». Eso sí, los veteranos del equipo, que eran muchos, se preguntaban, «¿De dónde sale este chaval?».
Amavisca echa la vista atrás y explicó que se dio cuenta de que Raúl, en ese partido en el que debutó ante el Zaragoza, aunque desaprovechó ocasiones de gol a simple vista sencillas, «demostró que no era un niño, que era uno más del equipo». Y es que para Quique «No había una preocupación por el hecho de que no hiciera los goles, las metería en cualquier momento».
Pero si hay una anécdota que llamó la atención e hizo reír a todos los que ven el documental es el día que Alkorta llevó a Raúl a su casa, en Colonia Marconi en Villaverde. Este barrio humilde dejó a Rafa muy sorprendido, al nivel de preguntarle «¿Pero vives aquí? ¿Seguro?». «‘Que sí, Rafa, que sí. Que esa es mi casa. Es donde me he criado y donde he crecido. Entendió de dónde salía mi carácter y personalidad», reconoció en el documental Raúl González.