Obligados a forzar. Lo que parecía en un principio una progresión lenta pero adecuada con David Alaba, la lesión de Antonio Rudiger ha hecho saltar por los aires esa adaptación a la titularidad del vienés que ve como justo en el tramo crucial de la temporada, Ancelotti solo cuenta con un único central (además del propio Alaba) para los encuentros decisivos ante el Leganés de Copa del Rey, el derbi liguero ante el Atlético de Madrid y sobre todo, el doble duelo de dieciseisavos de final ante el Manchester City, El austriaco, que solo había disputado algo más de 70 minutos, trabaja duramente para estar como mínimo para el partido de vuelta ante los ingleses.
Sin prisa pero sin pausa, esa era la intención David Alaba. Después de estar casi 400 días (399) en el dique seco, desde el club se mandó un mensaje muy claro: «No se va a forzar en nada al austríaco». Dicho y hecho. Desde su vuelta ante el Villarreal el pasado 19 de enero ante Las Palmas, el central ha ido entrando progresivamente en el equipo aunque disputando solo los tramos finales de los partidos, todos ellos prácticamente decididos. En su re debut, participó casi un cuarto de hora (14 minutos) ante los canarios, en un partido con 4-1 y un jugador menos. Fue la primera prueba. Tras ella, llegó el partido de Champions ante el Salzburgo en el que disputó algo más de 25 minutos. Ante el Valladolid una cifra similar: 22 minutos. Así hasta llegar al encuentro ante el Brest. Ese día, con 0-3 en el marcador, disputó los últimos 8 minutos.
Sin embargo, el encuentro ante el Espanyol fue un paso hacia delante y otro hacia atrás. El paso adelante es el que tendrá que dar tanto él como Ancelotti. La lesión de Rudiger hizo saltar por los aires el plan inicial con el austriaco. Con la intención de seguirle dando minutos de manera progresiva, los problemas de Antonio harán al austriaco apretar más si cabe para ser una opción realista para lo que viene por delante. El paso atrás quedó demostrado tras la decisión de Ancelotti. El italiano eligió, a pesar de confirmar que la evolución de Alaba es muy buena, fue Asencio el elegido por delante de Alaba para compartir la zaga junto a Tchouameni, lo que demostró que aún era pronto para disputar los 90 minutos. Además, el flojo partido del resto de compañeros obligó al ex del Bayern a ver el partido desde el banquillo sin saltar ni un solo minuto.
Butarque, la prueba para Alaba
Será la fecha marcada en rojo en el calendario personal de Alaba. Con la situación tan crítica que tiene en la zaga Ancelotti, el austriaco apunta a ser de la partida, algo que por otra parte confirmó Ancelotti que sería cuando el mismo le dijese al italiano que estaba completamente preparado. Así lo reconoció tras el partido ante el Salzburgo: “Está muy cerca de jugar desde el principio. Le veo cómodo, sin dudas. Es más cómo se sienta él a la hora de salir de inicio en un partido. Cuando me diga que está listo lo voy a meter”.
Será la gran prueba para conocer si el austriaco está preparado para lo que le viene al Real Madrid. Con 12 partidos en 39 días, aunque espera que Rudiger esté ya recuperado para el encuentro ante el Girona, el austriaco será necesario para el tramo tan duro que tendrá que afrontar el equipo blanco. Mientras, Asencio espera volver a la zaga para los próximos encuentros. Con la incertidumbre de saber donde lo hará Tchouameni. Si de mediocentro o si por otra parte el italiano sigue confiando en el (Aurelien) en la zaga a pesar de su bajo nivel.