Venció y convenció. El Real Madrid, con Vinicius a la cabeza, remontó un partido que perdía a falta de 30 minutos. Quizá, la mejor primera parte en lo que va de temporada quedó ensombrecida con el gol en propia puerta de Courtois nada más comenzar la segunda parte. Sin embargo, el orgullo, carácter y un gran Vinicius, autor de un gol y una asistencia, remontó el partido para dejar al Madrid a un punto del Barcelona. Carvajal, Rodrygo y Mbappé, de penalti, completaron finalmente lo que acabó siendo una goleada.
Finalmemte, Ancelotti rotó. Mendy, Rudiger y sobre todo Vinicius salieron de un once en el que entraron Güler, Modric y Fran García. El técnico italiano dió descanso al central alemán para que Tchouameni volviese a ser el compañero de Militao en la zaga. Modric, Valverde y Bellingham fue el mediocampo elegido. La novedad en el ataque. Rodrygo hizo de Vinicius y Güler arrancó desde la izquierda.
La puesta en escena de los blancos fue realmente buena. Un juego más directo tal y como pidió Ancelotti en la rueda de prensa previa al partido. Un duelo más de «Rock And Roll». Modric y Bellingham llevaron la manija del partido. Güler, la magia y Mbappé el peligro. El francés lo intento de todas maneras en los primeros 45 minutos. Sin embargo, un firme Joan García evitó el primer gol del delantero hasta en tres ocasiones. El galo y un tiro lejano de Fran García, lo más peligroso de un equipo que fue de más a menos en la primera mitad. Por cuarto encuentro consecutivo en el Santiago Bernabeu, el Real Madrid se marchó con empate a cero al descanso.
En la reanudación, la cosa cambió y los fantasmas volvieron a pasearse por la Castellana. Una jugada aislada tras el saque del guardameta perico sorprendió a Carvajal. Este perdió la marca con Jofra que tras llegar a línea de fondo puso un centro que Courtois se introdujo en la potería. A partir de este momento, se acabaron los experimentos. Vinicius al campo y el Madrid resucitó. Pero primero Bellingham, Carvajal y el orgullo firmaron el empate. Un error de Kral en la salida de balón propició el robo de Bellingham que puso un centro que, acompañado del error de Joan, llegó a Carvajal que solamente tuvo que empujarla. Y a partir de aquí, Vinicius brilló. Una asistencia con el exterior desde la banda derecha le puso en bandeja el balón a Rodrygo para remontar el encuentro. La conexión brasileña que tantas alegrías ha dado, liberó al madridismo.
Ya con la ventaja en el marcador, el equipo disfrutó. Los espacios empezaron a llegar y el Espanyol se hizo el «harakiri». La pérdida en la salida de la pelota propició un contrataque entre Mbappé y Vinicius. El francés condujo hasta darle el baló a Vinicius que delante del portero no perdonó. Gol, asistencia y partido cerrado.
Fiesta en el Bernabéu a la que se unió, un día más, y para aprovechar de nuevo su oportunidad, Endrick. Una jugada que resume lo que es él. Potencia, entrega y sacrificio que se demostró con la jugada del penalti. Un continuo agarre de Carlos Romero que comenzó fuera del área, acabó dentro. El árbitro señaló los 11 metros y Mbappé no perdonó para cerrar un partido trabajadísimo del delantero francés que recordará como el primer encuentro en el que vio su primera amarilla, por protestar al igual que Bellingham y Vinicius. El equipo dormirá a un punto del líder y ya piensa en el partido del próximo martes frente al Alavés de nuevo en el Santiago Bernabeu y de nuevo a las 21.00.