Si de algo presume el fútbol es de no tener memoria y eso es lo que pasa con Tchouameni. En solo unos días, el francés ha pasado de ser, posiblemente el jugador más criticado en este inicio de temporada a ser un reclamo de cara a lo próximo que le viene al Real Madrid. Tras la lesión de Militao ante Osasuna, la situación de Aurelien ha dado un giro de 180º y la hoja de ruta con el mediocentro ha cambiado por completo, precisamente en eso, su posición.
El pasado 5 de noviembre, Tchouameni se lesionó ante el Milan. Tras una primera parte nefasta del pivote, lo que parecía una sustitución por decisión técnica, se confirmó horas después que fue por molestias, concretamente en su tobillo. Una lesión que tendrá al francés fuera entorno un mes. Cosas del fútbol, mientras dura su ausencia, se ha convertido en un reclamo y casi en una necesidad su vuelta. El de Rouen será la primera opción para ocupar el hueco libre en la defensa junto a Rudiger.
Tchouameni será el comodín
Como tantas veces ha pasado desde la llegada del francés al Santiago Bernabéu, Tchouameni volverá a ser recolocado en el campo. La vieja confiable de Ancelotti volverá a ser la solución de emergencia en una defensa demasiado corta desde el comienzo de la temporada y que con la lesión de Militao, sumado al rol invisible de Vallejo en la plantilla, confirma las carencias en cuanto a número de opciones en esa demarcación. La falta de efectivos obliga a Tchouameni a ser la pareja del alemán, al menos hasta la entrada del próximo año.
Precisamente como central es donde ha dado incluso su mejor versión, algo que por otra parte habla mal del rendimiento de un pivote que estaba siendo duramente criticado como mediocentro. Los pitos que recibió en los minutos finales del primer tiempo ante el Milan confirma que el madridismo ha perdido la paciencia.
Objetivo: San Mamés
Ese es el propósito que se ha puesto el de Rouen. Con la baja confirmada de Aurelien durante un mes, su presencia en los encuentros ante Leganés, Liverpool y Getafe parecen prácticamente imposible, sobre todo para los dos primeros. El club, según los plazos marcados, piensa en la opción del francés para la visita del equipo a uno de los campos más complicados: San Mames. Mientras, el plan A momentáneo será seguir dando oportunidades al canterano Asencio. Tras su brillante debut ante Osasuna, el central del Castilla se ha ganado la oportunidad aunque eso sí, los exámenes que tendrá que pasar son de una exigencia tremenda, Butarque y Anfield.
Con el regreso del francés una vez recuperado, Aurelien tendrá que hacer pareja junto a Rudiger al menos un mes, bien hasta que el club vaya al mercado en busca de algún reemplazo natural o bien hasta que vuelva David Alaba, aunque de momento su regreso es una incertidumbre tanto por la fecha como por su rendimiento una vez regrese.
Rudiger, el único sano
Más allá de ser una plantilla corta, el Real Madrid, como ocurrió la pasada campaña, ha vuelto a tener muy mala suerte con las lesiones. Con solamente tres meses disputados de competición, el equipo cuenta únicamente con Rudiger como único central disponible de la primera plantilla. Cierto es que tras el verano, la planificación deportiva pasaba por no fichar y dar oportunidades a la cantera, sin embargo, la mala fortuna se ha cebado incluso con los canteranos. Con las bajas de Alaba, Militao y los canteranos Jacobo Ramón y Joan Martínez, las posibilidades se reducen a Asencio y la ya mencionada de Tchouameni cuando regrese de la lesión.