Poco para lo que se esperaba de él. El partido de Arda Güler volvió a dejar con la miel en los labios al madridismo sobre la figura del turco. Tras un parón internacional realmente positivo, el centrocampista tuvo el premio de ser titular con el Real Madrid más de un mes y medio después. Sin embargo, a pesar de algunos destellos, sobre todo en la primera mitad, volvió a pasar de puntillas dentro del juego del equipo. Fue cambiado al poco de comenzar la segunda parte aún con el Madrid buscando la remontada. Sobre su rol, algo más en ataque que en defensa, donde estuvo prácticamente desaparecido.
Güler, un 5 raspado
Ni tanto ni tampoco. Ese es el resumen del partido de Arda Güler ante el Leganés. Ancelotti, que sabe de lo que es capaz el turco, quiso aprovechar la inercia del parón de selecciones para darle una nueva oportunidad al otomano. Él, junto a Brahim y Modric fueron las tres principales sorpresas en el once. En el lugar de ambos, los brasileños y Tchouameni fueron los sacrificados. Volviendo al turco y, a sabiendas de que cada oportunidad de aquí a final de temporada es oro, salió apretando como el que más desde el inicio. Sin embargo, la gasolina fue acabándose y el conformismo empezó a apoderarse del extremo.
Comenzó siendo uno de los protagonistas del juego blanco junto a Brahim y Mbappé. Y ese fue quizás, el tramo de más inspiración del turco. Peleó varios balones y, sobre todo, provocó el penalti que acabó significando el primer tanto del Real Madrid. Ese fue el destello de más calidad de Güler. A partir de ahí, dio la sensación de poco más. Bajó sus prestaciones sobre todo en tareas defensivas. Reclamado en alguna ocasión por Modric, el croata corrió más que el propio Arda en tramos de la primera parte, señal inequívoca de que podía sacrificarse mucho más.
Por todo ello y con la esperanza de algún destello más, Ancelotti lo aguantó hasta el 62′, principalmente por no querer cargar de minutos a Rodrygo ni a Vinicius, muy fatigados tras una ventana de partidos muy intensa.
Los números de Güler: más en ataque que en defensa
Los registros de Arda son un claro reflejo de lo que hizo, lo hizo bien, sobre todo con el balón. Con más de un 90% de precisión en el pase, completó 43 de 46 pases intentados (93%). Además del propio penalti provocado, clave en el devenir del partido, también salió ganador en los dos duelos que disputó. Y, aunque no estuvo muy inspirado de cara a portería (0 remates), si que fue el generador de varias oportunidades claras, concretamente hasta 3. Sólo por detrás de un Mbappé que remató hasta nueve veces. Todo esto estuvo bien, que es el motivo por ese aprobado. Sin embargo, insuficiente para Ancelotti.
Si en algo hace hincapié Ancelotti habitualmente en cada rueda de prensa es en el dichoso «equilibrio«. Algo de lo que careció Arda. El italiano no perdona que los atacantes no formen parte de la defensa y eso, a Güler lo penalizó. Desaparecido en muchos tramos del partido, en tareas defensivas dejó mucho que desear, algo que es innegociable para el entrenador para seguir en busca del éxito.
Aún así, Ancelotti se quedó con lo bueno del turco en ataque: «Ha jugado bien, mostrando sus cualidades. Es un jugador que toca muy bien el balón y, aunque no es tan desequilibrante como los otros delanteros, tiene un manejo muy bonito y ha sido útil. Lo cambié para meter piernas frescas y más contundencia arriba, nada más», señaló el italiano. En líneas generales, parece una oportunidad desaprovechada.