Kylian Mbappé ha sufrido un apagón en las últimas dos semanas. El futbolista que iba lanzado y anotaba gol en prácticamente todos los partidos ha quedado atrás y en los últimos cuatro enfrentamientos ha vagado como un fantasma por el campo. No ha marcado las diferencias, no ha sido decisivo e incluso se le ha podido observar renqueante o molesto. Una desconexión en el peor momento con el Real Madrid luchando los tres títulos en los que sigue en liza. El conjunto blanco necesita de nuevo la versión letal de Mbappé para, sellar el pase a la final de la Copa del Rey, eliminar al Atlético de Madrid en los octavos de la Champions y no seguir descolgándose en una pelea por La Liga que se ha puesto cuesta arriba tras el pinchazo en el Benito Villamarín.
A vueltas con la dichosa muela
La (no) muela del delantero galo se ha convertido en tema recurrente para poder entender qué le ha sucedido en los últimos encuentros. Ante el Girona, cuando aún no había trascendido el problema bucal del ‘9’, se observó una versión fallona e imprecisa de Kylian. Desperdició varias ocasiones y no estuvo acertado de cara a puerta, aún así fue capaz de asistir a Vinícius en el 2-0 merengue. Esa es hasta el momento su última aportación de gol con la camiseta blanca, fue el 23 de febrero.
Tras el encuentro frente a los catalanes comenzó el culebrón con la muela. El de Bondy renqueante tras la extracción de la pieza dental, no viajó a San Sebastián para el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey. Ancelotti estimó que el atacante no estaba plenamente recuperado y que era mejor darle descanso. Tres días después, Mbappé reapareció y fue incluido directamente en el once para enfrentar al Betis estando supuestamente al 100% de nuevo; sin embargo la actuación del francés fue paupérrima y se especuló con su estado físico. Ancelotti en la rueda de prensa postpartido comentó lo siguiente: «Ha tenido el problema de la muela, no había entrenado mucho y no estaba a su mejor nivel. Era evidente».
Sin pena ni gloria frente al Atlético
Más de una semana después de la intervención en la muela, ya sí que sí se esperaba a un Mbappé en plenitud. Pues bien, el partido de ida de los octavos de final de la Champions contra el Atlético de Madrid ha sido uno de los peores de Kylian desde que es jugador merengue.
El delantero, o padece una lesión que están guardando en secreto, o está viviendo un bajón significante de prestaciones. No hay más posibilidades. Ante los rojiblancos no mostró ninguna sensación positiva y tuvo un escaso protagonismo. Su mal encuentro lo reflejan los números: Solo un tiro a puerta (que se marchó lejos y no llevaba peligro), apenas 33 pases acertados y siete pérdidas de balón.
Para más inri, en la ocasión más clara que tuvo, decidió mal. Llegó a línea de fondo y tenía a Vinícius solo para que empujase el pase de la muerte, pero Mbappé se entretuvo de más e hizo llegar tarde el balón al brasileño.
Recuperar su mejor versión
El Real Madrid necesita al mejor Kylian Mbappé, aquel que destrozó al Manchester City. El hat-trick frente a los de Guardiola en el Bernabéu fue un momento cumbre en la temporada del galo. Todo hacía indicar que iba a seguir igual de enchufado pero ese efecto se ha diluido. Ahora es de vital importancia que vuelva a reaparecer y que vuelva a sembrar el pánico en las defensas de España y de Europa. Mbappé, con 28 goles en 41 partidos, está a tiempo de recuperar su mejor versión para ser fundamental en el devenir del Real Madrid en lo que queda de campaña.