Recordar la historia es algo que siempre gusta cuando se rememoran momentos inolvidables. La Real Federación Madrileña de Fútbol celebró un programa en homenaje a una figura siempre importante en el Real Madrid, Alfredo Di Stéfano. Y, para hablar de él, qué mejor que contar con testimonios que lo conocieron bien, como Antonio Ruiz, Rafael Martín Vázquez, Jesús Paredes y Tomás Roncero.
Para empezar, la pregunta que tantas veces se repite siempre que hablamos de un jugador histórico, si hay actualmente algún futbolista que se le asemeje, y en este caso el periodista Tomás Roncero dijo que “no encuentro parecidos. Tengo testimonios como mi padre, Zoco, Pachín, los propios Antoio Ruiz y Paredes, con los que he hablado de esto. Yo he visto cosas de Maradona, Cruyff, Beckenbauer… Mi padre me explicaba que en un tiempo que nadie le pedía eso, Di Stéfano cortaba el balón en la defensa, luego pasaba por el centro del campo, se las apañaba para pasársela a Gento y llegaba al ataque, donde marcaba o pasaba: se recorría 70-80 metros varias veces a lo largo de un partido. Me da mucha rabia no haberle pillado en su esplendor en el Bernabéu”.
Bonitas palabras fueron las que dedicó Antonio Ruiz al iniciar su intervención. Para él, “hablar de fútbol es hablar de Alfredo. Porque si en el mundo del fútbol ha habido una persona superior ese ha sido Alfredo Di Stéfano. Yo tuve la suerte de caer en ese vestuario y sólo verle sudar antes de los partidos, de cómo los vivía… Antes de jugar un partido le sudaban las manos porque se cargaba de responsabilidad. Ver a la gran figura del mundo y verlo… ¿qué teníamos que hacer los demás? Pues seguir su camino”.
Y, Martín Vázquez, añadió que “si no fuera por él, no sabríamos qué hubiera sido de nuestras carreras. En ese sentido, Alfredo, con la personalidad que tenía llenaba una habitación. Tuvo el arrojo de tirar de la cantera en un momento que era muy difícil subir al primer equipo. Al final, acabamos jugando cinco jugadores, pero fue un hombre clave en el club, por eso de mirar para abajo (la cantera) que creo que es fundamental”.
Además, el propio Vázquez contó que lo aprendió de La Saeta. “Lo que nos transmite el club a los chavales que llegamos es la historia, respeto, disciplina, esfuerzo, sacrificio… y eso lo construyen Alfredo y otros muchos jugadores. Eso te va a hacer madurar tanto en lo profesional como en lo personal. Tener referencias por arriba y luego Alfredo… No tuvimos la suerte de verlo por edad, pero sí como entrenador y como persona, con esa personalidad que reflejaba. Luego cuando le conoces más, y esa confianza que te da, ves aspectos muy personales. La grandeza del Real Madrid es por lo que empezaron a hacer desde el principo. Por eso, cuando siguen llegando jugadores es algo que se palpa, se transmite. Y se transmite más que por decir, por ver”, argumentó.
En cuanto a su forma de ser Martín Vázquez destacó: “Alfredo era un hombre de pocas palabras, pero muy ocurrente. En cierto modo era muy gracioso. Recuerdo un partido en el que estábamos atacando al equipo contrario y no hacíamos gol. En el descanso nos soltó: “A este portero lo vamos hacer internacional”. Igual cuando venía con los veteranos: se le notaba en el carácter que no le gustaba perder, siempre nos arengaba”. Y Paredes añadió, “Por las mañanas le costaba hablar. Ya a eso de las 12:30-13:00 ya se soltaba. Yo le decía que tenía artrosis en la lengua, pero ya te digo que a las 13:00 ya se soltaba. Por cierto, se pronuncia Distéfano, no Di Estéfano, sino Distéfano, estirando la ‘s’”.