El Real Madrid recibirá al Espanyol en busca de completar una Liga perfecta. Si el club blanco se lleva los tres puntos ante el club catalán, completará 38 jornadas sin perder. Desde el pasado 24 de septiembre, es decir, hace casi un año, el Real Madrid no pierde un partido liguero. Fue en el Metropolitano, en la jornada 6 de la pasada temporada. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti cayó derrotado por 3-1 con goles de Morata y Griezzman. Kroos anotó el gol del Real Madrid. Pero aquel partido ya es historia. Desde esa derrota, la hegemonía del equipo en el campeonato nacional es significativo. 27 victorias y 10 empates, ese es el récord en estas últimas 37 jornadas. Ante el Espanyol quiere cerrar el círculo.
Ahora, el Real Madrid piensa en la 38. En frente, un Espanyol que ha ido de menos a más en este inicio. Atrás quedan las derrotas ante el Valladolid y Real Sociedad donde el equipo de Manolo González dejó malas sensaciones. Los pericos llegan al Bernabeu duodécimos y tras ganar los dos últimos partidos ante el Alavés y Rayo Vallecano. Además, ya saben lo que es puntuar en el Metropolitano, donde sacaron un trabajadísimo empate a 0.
Los blancos quieren que sea diferente. Tras la victoria en Champions, buscan la cuarta victoria consecutiva, la tercera en Liga, la última en Anoeta ante la Real Sociedad. El equipo de Ancelotti quiere dejar atrás todas las dudas que han ido surgiendo desde el inicio en el nivel de juego. Ante el Betis se vieron brotes verdes que se han ido diluyendo ante la Real Sociedad y el Stuttgart. El nivel defensivo, otro aspecto a mejorar. Ancelotti sigue dándole vueltas a la manera de ganar tanto la solidez necesaria que siempre ha caracterizado a este equipo como la manera de jugar mejor. El cambio de formación, quizá sea la solución. De momento Ancelotti no descarta en el futuro un posible cambio de estilo y volver al 4-4-2. «Es algo que estamos evaluando. Nos han generado muchas oportunidades. Contra el Stuttgart fallamos en la salida de atrás. Contra la Real fallamos también al salir, dos veces. Nos han generado porque hemos fallado con balón, no porque no tengamos equilibrio defensivo en las transiciones. Para evitar esto, tenemos que meter el balón más arriba lo antes posible. A veces, un balón largo es la solución para evitar problemas».
Salvo los tres de larga duración, Ceballos, Alaba y Camavinga, los tiene a todos disponibles. Tchouameni y Bellingham tras las buenas sensaciones ante el equipo alemán, serán de la partida en un encuentro donde se esperan alguna rotación. El mismo técnico ya lo confirmó: «Mañana puede ser un buen día, pero hoy no es momento de decirlo». Salvo en los laterales donde Fran García y Lucas Vázquez parecen las dos probables entradas, Ancelotti no se dejará nada en el banquillo. Sabe que es una jornada importante en la que puede recortar distancias al FC Barcelona y no la quieren desaprovechar.
Mientras, en el banquillo esperará la gran ilusión del madridismo. La gran actuación de Endrick volvió a levantar del asiento al aficionado madridista y ese tercer gol que cerró el partido fue la culminación a una noche mágica del brasileño. Pero la afición quiere más. Los 20 minutos que ha disputado en este comienzo de curso son insuficientes y saben que ha llegado el momento de ver al delantero de tan solo 18 años. El propio Ancelotti también lo sabe y tal y como anunció, será titular aunque no parece que vaya a ser ante el Espanyol: «Será titular en alguno de los próximos y en muchos partidos del Madrid. Con la calidad que tiene, es obvia. Es muy humilde, habla poco y trabaja mucho. Eso me gusta», así lo anunció el italiano.