El Real Madrid comienza un arduo pero ilusionante 2025 con una visita siempre complicada y que suele ser un hueso muy duro temporada tras temporada. Los blancos por fin jugarán el partido aplazado de la jornada 12, que se debía haber disputado el fin de semana del 2 y 3 de noviembre. Dos meses después, el conjunto merengue tendrá la oportunidad de asaltar el liderato mañana a las 21:00 horas en Mestalla frente al Valencia. Tras la vuelta de Navidades, los de Ancelotti afrontan un calendario apretadísimo con partidos en tres competiciones diferentes: Liga, Copa del Rey y Supercopa de España. El primer reto, este viernes ante el conjunto che.
Oportunidad por el liderato… a la espera del Atleti
Con 40 puntos y 18 partidos jugados, el Real Madrid va a recuperar su partido pendiente y cerrar los 19 partidos de la primera vuelta. Una vez ya disputado el encuentro de la jornada 19 a causa de la Supercopa de España que se jugará en Arabia Saudí entre el 8 y el 12 de enero, los blancos cuentan con una buena oportunidad para colocarse líderes de la Primera División. Lo harían hasta al menos el 12 de enero, día en el que el Atlético de Madrid recibirá a Osasuna. Si el Madrid vence en Mestalla, obligará a los rojiblancos a sacar los tres puntos frente al cuadro pamplonés. Todo lo que no sea una victoria de los del Cholo Simeone, mantendría ya de forma definitiva a los merengues en el liderato, con ambos equipos con los mismos partidos disputados (19).
Escándalo en la última visita a Valencia
La última vez que el Real Madrid pisó Mestalla vivió una de las situaciones más surrealistas e inentendibles de sus 122 años de historia. Hay que remontarse al 2 de marzo de 2024, jornada 27 de LaLiga. Los blancos, primeros en la clasificación, buscaban los tres puntos para mantener su posición. El Madrid no entró bien al partido y en apenas 30 minutos ya iba 2-0 por debajo en el marcador. El resultado y las sensaciones no vaticinaban nada positivo para los de Ancelotti que, sin embargo, cambiaron de actitud y se metieron en el partido. Vinícius anotó el 2-1 justo antes del final de la primera parte y el propio brasileño, logró empatar el partido (2-2) en el minuto 76. El Real Madrid fiel a su espíritu y su ADN se volcó a por la victoria. Una remontada que se consiguió… a medias.
Gil Manzano, árbitro del partido, fue el verdugo madridista. El colegiado había añadido 7 minutos de descuento, no obstante en el minuto 98 Modric botó un córner a favor del Real Madrid. Mamardashvili, rechazó el envío y Gil Manzano se llevó el silbato a la boca para pitar el final del encuentro. Incomprensiblemente no hizo sonar su silbato y dejó continuar la jugada, Brahim se hizo con el balón y puso un centro a la cabeza de Bellingham, quien cabeceó el balón a gol… un gol que nunca subió al electrónico porque el árbitro cuando el balón volaba en el aire inició el primero de los tres pitidos que indicaban la conclusión del choque. Una negligencia de Gil Manzano que costó dos puntos a los de Ancelotti.
Un partido cargado de emociones
El encuentro que enfrenta a Valencia y Real Madrid no será un partido más. El aplazamiento del partido estuvo causado por la terrible Dana que asoló a gran parte de la provincia de Valencia, lamentando muchas pérdidas humanas y materiales. Una tragedia que conmocionó a toda la sociedad. Ahora dos meses después, se disputará un partido con una gran dosis de emotividad y recuerdos. Desde el club che quieren rendir un pequeño homenaje y un tributo al Real Madrid en la persona de Florentino Pérez. El Valencia valora con mucha gratitud la ayuda que recibió del club blanco: donación de un millón de euros y la cesión de la bandera de la Comunidad Valenciana, que se exhibió tanto en el Santiago Bernabéu como en Mestalla.