Vinícius Júnior vuelve a marcar la diferencia. El ‘7’ realizó un partido absolutamente sobresaliente en la tarde de ayer y volvió loco a todo el Rayo Vallecano en un encuentro que fue ajustado en el marcador pero no precisamente por culpa del carioca. Un 2-1 que generó dudas a nivel colectivo pero en el ámbito individual varios jugadores salieron claramente reforzados, siendo uno de ellos el de São Gonçalo. Con el tramo decisivo de la temporada a la vuelta de la esquina, el Real Madrid necesita la mejor versión de una de sus máximas estrellas. El extremo, cuando está enchufado y raya a su nivel, es capaz de todo. Condiciona a las defensas rivales con su regate endiablado, genera peligro en prácticamente cada acción y suma goles importantes.
El atacante brasileño tiene ahora la misión de replicar su magnífico partido ante el Rayo el próximo miércoles en el Metropolitano. Será un escenario y una cita mucho más compleja pero Vini ya ha demostrado en el pasado ser capaz de afrontar esta clase de retos.
Un talento incomparable
Si Vinícius tiene su día… es imparable. El talento a raudales que el delantero madridista posee hace prácticamente imposible que cualquier rival le pueda detener. En esos días, los defensas lo único que pueden hacer es reducir lo máximo posible el destrozo que el brasileño va a dejar a su paso. Y ayer le tocó vivir la pesadilla al Rayo Vallecano.
Desde el pitido inicial fue un martillo pilón y un auténtico dolor de cabeza para la zaga rayista. En el minuto 1 ya dejó su primera gran acción individual, encara a Lejeune con un par de bicicletas, llega a línea de fondo y saca un pase peligrosísimo a Mbappé que termina cortando Aridane. Apenas cinco minutos después, otro jugadón marca de la casa, esta vez con Ratiu como víctima. El lateral rumano vivió una tarde terrorífica.
El ímpetu de Vinícius estaba lejos de parar. En el 14′ pudo estrenar el marcador pero su disparo raso terminó golpeando en el palo tras un paradón descomunal de Batalla. El brasileño estaba con la flechita para arriba. La incidencia del ‘7’ se materializó, primero con un buen pase en carrera a Mbappé para que el francés resolviese en solitario y anotase el 1-0, y cuatro minutos después con una obra de arte que se sacó de la chistera.
El brasileño regaló al Santiago Bernabéu uno de los mejores goles de los últimos meses. Un recital de potencia, habilidad, velocidad, desborde y finalización. Vini, escorado en el área, invita a Lejeune a bailar, el francés acepta la invitación y el carioca se lo hace pagar. Le saca del área y con un esprint le deja atrás, ya tenía vía libre para entrar como un filón nuevamente en el área, allí le esperaba Ratiu pero con una bicicleta le superó para posteriormente batir por bajo al meta del Rayo Vallecano. Vinícius pudo irse del choque con un doblete pero no estuvo fino para poner bien el pie y rematar a la red un gran balón que le puso Modric ya en los minutos finales de la segunda parte.
El Atlético, siempre una motivación
Vinícius Júnior y Atlético de Madrid han tenido sus más y sus menos en los últimos tiempos. Numerosos episodios (algunos deleznables) han llevado a que exista una fuerte rivalidad entre ambos. Al brasileño «le ponen» los duelos ante los rojiblancos y siempre juega con un extra de motivación. Sin embargo, dicha motivación no se ha materializado en números. Desde que el carioca llegó al Real Madrid, se ha enfrentado hasta en 16 ocasiones a los colchoneros. En esos 16 duelos, solamente ha sido capaz de ver portería en uno de ellos. Fue en los cuartos de final de la Copa del Rey de hace dos temporadas. Ese día, anotó en la prórroga el tercer tanto madridista que sentenciaba la eliminatoria.
El miércoles, en la vuelta de octavos de la Champions League tiene una nueva oportunidad de mejorar su registros y volver a marcar gol a uno de los equipos que más ganas le tiene. Si rinde al mismo nivel que ayer, será casi imposible que no cumpla su objetivo.