El tridente ofensivo del Real Madrid pasó como un fantasma ayer por el Estadio Benito Villamarín. Un apagón absoluto de Mbappé, Rodrygo y Vinícius que costó muy caro al equipo y que preocupa de cara a lo que viene por delante. Ninguno de los tres atacantes pusieron los medios suficientes para remediar la derrota que cosechó el conjunto blanco ante el Betis. Un nuevo tropiezo que pone cuesta arriba la lucha por el título y que vuelve a despertar las dudas cuando entramos en la fase decisiva de la temporada. El poderío ofensivo que venía demostrando la delantera merengue quedó ayer en agua de borrajas y pasaron sin pena ni gloria por la ciudad de Sevilla.
Mbappé, renqueante
El astro francés no viajó a San Sebastián para el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey. El ‘9’ se perdió el choque ante la Real Sociedad por una intervención en una muela de la que por lo visto en el Benito Villamarín aún no está recuperado del todo. Así lo expresó Ancelotti, que confesó los problemas del de Bondy: «Ha tenido el problema de la muela, no había entrenado mucho y no estaba a su mejor nivel. Era evidente. Así que para evitar problemas preferí quitarlo y meter a Endrick. Mbappé ha entrenado poco y no estaba a su 100%».
Explicó por lo tanto porqué con el marcador en contra y necesitando marcar un gol para sacar al menos un punto, quitó del campo al máximo goleador del equipo esta temporada para dar entrada a Endrick al terreno de juego en el minuto 75.
En la hora y cuarto que estuvo sobre el césped, Mbappé dejó unos registros muy mejorables. Reflejó un paupérrimo 68% de acierto en pases, con tan sólo un 64% de acierto si nos centramos en el último tercio del campo. Además, tan solo completó la mitad de los regates que intentó (3 de 6), puso un solo centro, intervino solamente en 36 ocasiones y lo que es más grave, se marchó del estadio del Betis sin rematar. Kylian no realizó ni un solo tiro, ni a puerta ni fuera.
Rodrygo, poco peso en el ataque
Pese a dejar algún destello y alguna internada demostrando su gran calidad para conducir el balón, estuvo muy desaparecido al igual que sus dos compañeros. Tuvo nulo peso en el ataque blanco y su partido estuvo basado en el desacierto.
En el apartado que mejor estuvo fue en los pases, con un 82% de acierto (muy por delante de Mbappé), pero su contribución fue también muy pobre. Tan sólo remató una vez y fue muy alejado de los tres palos y perdió el 50% de sus duelos en el partido (4 regates acertados, de 8 en total).
Vinícius, 300 partidos como madridista… y poco más
Por último, Vinícius vivía un partido especial para él, alcanzaba los 300 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid. Pero ayer, poco pudo celebrar. El brasileño no fue ni una sombra de lo que puede llegar a ser. Pasó sin pena ni gloria del feudo del Betis. Su única aportación fue un manso disparo que fue plácido a las manos de Adrián, más allá de eso, dejó el peor registro de los tres en cuanto a regates completados. Un insuficiente 36%, 4 de 11 intentados. Además el ‘7’ volvió a ser amonestado. Vio la tarjeta en el minuto 86 por protestar a Hernández Hernández, árbitro del encuentro. Son ya 12 amarillas esta temporada y sale a cartulina cada tres partidos (12 en 35 partidos).
Ancelotti, ante el mal papel de sus delanteros en la tarde de ayer, no se cortó en rueda de prensa y expresó lo siguiente: «La línea de arriba sirve para que cuando no puedas presionar cortes pases entre líneas. Hoy, en los primeros 20 minutos lo hicimos bien, pero en los otros 70′, mal». Una reprimenda que vino de seguida de una advertencia al resto del equipo: «Si jugamos así no vamos a ganar el martes».