Raúl Asencio ha vivido en el último mes casi todas las experiencias que un canterano recién llegado a la primera plantilla puede vivir a lo largo de una temporada. Un aprendizaje exprés que le ha llevado a experimentar grandes momentos y otros no tan positivos. El central de 21 años encontró rápidamente un hueco en la plantilla a causa de las numerosas lesiones que asolaban a la defensa blanca. Ancelotti tuvo que echar mano del Castilla y ahí apareció el nombre de Asencio. La confianza del técnico parecía sólida y no dudó en alinearle como titular en los primeros encuentros, sin embargo, la presencia del canario en los últimos partidos ha disminuido considerablemente.
Pleno de minutos hasta Montilivi
Asencio tuvo su primera toma de contacto con el primer equipo el pasado verano en la gira de pretemporada en Estados Unidos. El central, ya asentado como el líder del Castilla, confiaba en que su nivel y sus actuaciones con el primer filial blanco habían estado a la altura para tener una oportunidad en el primer equipo. Su debut, aunque no oficial, con el primer equipo llegó el 1 de agosto de 2024 en un amistoso ante el Milan en Chicago. El grancanario disputó los segundos 45 minutos de un partido que concluyó 1-0 a favor de los italianos. El segundo partido con la camiseta blanca fue seis días después, también en la gira estadounidense. Como si de una premonición se tratase, Asencio saltó al campo en el minuto 66 sustituyendo a Eder Militao. Un cambio que se volvería a repetir varios meses después pero en condiciones muy diferentes.
9 de noviembre de 2024. El Real Madrid recibía en el Santiago Bernabéu a Osasuna. Todo transcurría con normalidad en los primeros instantes de partido hasta que en el minuto 27 Militao cayó lesionado de gravedad. El momento de Asencio en partido oficial había llegado. Al canterano no le pesó la presión ni la magnitud del escenario y realizó una actuación más que notable, coronada con una asistencia extraordinaria a Bellingham.
En los siguientes encuentros Asencio también destacó. En Butarque frente al Leganés mostró buena química en la zaga con Rüdiger, solventó cualquier jugada peligrosa y contribuyó a dejar la portería a cero. El siguiente partido era el de la verdad para el canterano, Anfield ante todo un Liverpool. Un reto mayúsculo que el central superó con creces. Pese a recibir dos goles y caer derrotados, Asencio no desentonó y se mostró fiable ante la temida delantera ‘Red’. Getafe y Athletic Club fueron los siguientes choques en los que el canterano actuó como titular. Ante los azulones vivió un partido plácido, no obstante, en San Mamés sufrió más y dejó entrever algunos fallos propios de su inexperiencia.
Fin a la continuidad
«Me ha sorprendido, sobre todo la madurez que tiene, la tranquilidad que tiene para manejar las situaciones del juego. La prueba de fuego ya la superó, se puede considerar un jugador de nuestra plantilla con todo el mérito, porque lo merece», expresó Ancelotti sobre el canterano. Unas palabras que parecían ratificar la confianza del técnico sobre Asencio; pero la realidad no ha sido así.
Con la vuelta de Tchouameni tras la lesión, Ancelotti ha decidido sacrificar a Asencio del once. El italiano ha preferido retrasar al centrocampista francés al centro de la zaga relegando al canterano al banquillo. El regreso del francés ha provocado que Asencio haya sido suplente en los últimos tres partidos. En Girona comenzó su destierro al banquillo y solo sumó 10 minutos, pero aún menos ha jugado en los dos últimos choques. En Bérgamo ante la Atalanta gozó de solo 7 minutos mientras que el pasado sábado en Vallecas no llegó a disputar ni un solo minuto.