Salvo los de siempre (Courtois y Valverde), la derrota en Anfield ha dejado muchos señalados. Las buenas sensaciones que se habían cosechado en la parte defensiva durante las últimas dos jornadas de liga, se fueron al traste en la Champions. A pesar de las numerosas e importantes bajas con las que voló el Real Madrid a Inglaterra, los blancos dejaron una imagen realmente pobre e impropia del actual campeón de Europa. El equipo de Carlo Ancelotti pasó sin pena ni gloria por Anfield en una nueva noche en la que Courtois evitó la humillación. Del resto de mortales, solamente Valverde estuvo al nivel esperado.
La vida sigue igual: Courtois evita la humillación
El Madrid volvió a dar varios pasos hacia atrás. La mejoría vista ante Osasuna y Leganés no apareció contra el Liverpool, sobre todo en la segunda mitad. En la primera, el equipo defendió bien los arreones reds mientras que los de Ancelotti buscaban crear peligro con el contrataque. Sin embargo, falló lo más importante: la efectividad de cara a puerta. El equipo no tiró a puerta, salvo en la jugada del penalti.
Mientras, el equipo madrileño aguantó bien en el partido, sobre todo gracias a un inconmensurable Courtois. El belga volvió a mantener con vida a su equipo con varias paradas de muchísimo mérito, sobre todo con el 0-0. Hasta el momento del primer tanto local, la defensa estaba cuajando un gran encuentro, sobre todo Valverde, omnipresente en esa banda derecha. Incluso a veces ayudando siendo una especie de tercer central.
Sin embargo, la posibilidad de aguantar así iba a depender de los milagros del belga, algo que no acabó cuajando tras el gol de Mac Allister. Después, con el gol de Gakpo, las aspiraciones del Real Madrid se esfumaron por completo. El equipo cayó duramente 2-0 en una noche en la que si no hubiese sido por Courtois y sus cinco paradas de mérito, hubiese sido humillante.
Una defensa que aguantó 50 minutos
Una defensa inédita que dejó dos caras muy diferentes. Una primera parte en la que respondieron a la perfección. Los cuatro (Mendy, Rudiger, Asencio y Valverde) muy seguros y contrarrestando con mucha eficacia los intentos constantes del Liverpool. A pesar de algún susto como el casi autogol de Asencio, la defensa se sostuvo bien. Ayudados también por el incansable Camavinga, omnipresente a la hora de robar balones.
Sin embargo, la cruz llegó con el gol. La falta de contundencia de Asencio en lo que fue el único error que tuvo el canterano en todo el partido. El Liverpool rompió el encuentro y la defensa comenzó a hacer aguas. El segundo gol lo evidenció por completo.
De los cuatro titulares, Valverde fue lo que se esperaba. De nuevo como lateral cumplió. EL uruguayo tuvo un duelo constante con Luis Díaz al que supo sostener. De lateral o centrocampista, Valverde siempre está ahí. Asencio fue de más a menos. Seguro, sin miedo y con ganas de seguir demostrando su nivel. Aguantó sin miramientos la ofensiva local e incluso no tuvo pavor por enfrentarse con Darwin Núñez, con el que tuvo sus más y sus menos. Sin embargo, su único error costó el primer gol. Falta de contundencia a la hora de cerrar que permitió a Mac Allister anotar el primero.
Rudiger fue el líder que necesitó el equipo, aunque sus errores en la salida del balón fueron claves, igual de determinante que lo fue en el segundo gol. Un fallo en la marca descuadró por completo los emparejamientos defensivos permitiendo que Gakpo rematase completamente libre de marca. Mendy, el peor de los cuatro. Superado sobre todo en la segunda mitad donde Salah fue un dolor de muelas constante. El francés se marchó al banquillo cabizbajo y amonestado tras provocar el penalti que posteriormente acabaría fallando Salah.
Los dos revulsivos, Fran García y Lucas Vázquez. El lateral izquierdo salió tras el penalti fallido del egipcio y no tuvo un papel demasiado protagonista. Ya con el partido decidido intentó varias ofensivas por su banda aunque sin demasiado éxito. El gallego entró para meter a Valverde en el medio y simplemente cumplió, sin demasiados destellos.