Un heroico gol de Bellingham remonta sobre la bocina un partido en el que el Real Madrid fue muy superior y pone al equipo por delante en la eliminatoria. Los goles de Mbappé, Brahim y de Bellingham se sobreponen al doblete de Haaland, el segundo tras un penalti. Primera victoria del equipo en el Etihad y primera de la temporada ante un equipo grande. En defensa, Asencio se volvió a consagrar en otra noche grande.
Finalmente, Ancelotti se dejó los experimentos para otro día y colocó a Fede Valverde de lateral derecho. A pesar de los rumores que contaban que el italiano había probado a Mendy en esa demarcación, el escenario no invitaba y por ello optó por lo esperado. Tchouameni, Asencio y Ferland Mendy completaron la línea defensiva. El resto, lo esperado. Camavinga en la posición de Valverde acompañado de Ceballos y arriba, los cuatro Fántasticos, aparentemente con Vinicius por la izquierda, Rodrygo por la derecha y de referencia, Mbappé.
Sin pólvora
La vida al revés. Lo que parecía habitual entre estos dos equipos a lo largo de las temporadas, cambió por completo en los primeros 45 minutos. Un Real Madrid que comenzó teniendo el balón y las ocasiones más claras. Mbappe, Vinicius y sobre todo Mendy tuvieron la oportunidad de adelantar a los blancos en el primer tramo de partido. En frente, un Manchester City que a pesar de incordiar con su presión, para nada transmitió la sensación del curso pasado. Aún así, ante este tipo de rivales, si perdonas, lo pagas y si delante está Haaland, con más motivo.
Haaland
En la primera ocasión de los ingleses, el plan inicial se fue al traste. Una rápida transición de los citizen pilló descolocada a la improvisada zaga del Real Madrid en lo que fue el unico error del equipo en todo el encuentro. Un balón en profundidad enviado por Bernardo Silva, fue aprovechado por un muy presente en ataque Gvardiol, que dejaba el balón muerto para que el cyborg no perdonase. Un duro golpe del que, al menos en sensaciones, se supo reponer el equipo de Ancelotti.
La idea siguió siendo la misma. El equipo blanco siguió llegando con peligro sobre todo en las botas de Rodrygo y Mbappe. Pero nada, sin éxito. Los ingleses también tuvieron su momento sobre todo tras un córner lanzado por De Bruyne que cabeceó Akanji al larguero. Con un disparo de Valverde despejado por Ederson se llegó al descanso en una primera parte en la que los blancos merecieron mucho más.
Dominio blanco
La segunda parte fue una continuación de lo visto en la primera. Aunque el primer aviso llegó por parte del City con un balón al larguero del noruego, pronto se puso el Madrid manos a la obra. Primero Bellingham con un remate de cabeza desviado y después, de nuevo por medio de Mbappé. Mientras, el City siguió replegado con el paso de los minutos mientras los de Ancelotti continuaban con el control y las ocasiones. Cosas del fútbol, el gol del empate llegó en la jugada más fortuita de todo el encuentro. Una gran asistencia de Ceballos dejó a Mbappe solo ante Ederson. El francés, ante la portería, no perdonó con un remate con la espinilla.
Con la inercia del tanto del empate, el equipo blanco siguió buscando más y más. Primero Bellinham y después Valverde tuvieron en sus botas la oportunidad de adelantar al Real Madrid. Sin embargo, el City asentó un duro golpe al Real Madrid en forma de penalti. Un error de Ceballos dio vida a un City muy tocado. Una falta del utrerano sobre Foden permitió a Haaland anotar su doblete.
La magia de la Champions
Esto es el Real Madrid y la Champions. Después del duro revés del penalti y cuando más en la lona parecía estar el equipo, dos errores grotescos de Ederson dieron vida a los blancos. Primero, un mal saque en largo permitió crear la jugada del tanto del empate. Bellingham recogió ese balón y a partir de ahí, entre Brahim y Vinicius hicieron el resto. El recién entrado en el campo aprovechó el rechace de Ederson tras un disparo de Vinicius para poner el más que merecido empate a 2.
A la heroica
No podía ser de otra manera. Cuando todo parecía visto para la vuelta, el enésimo error de la defensa inglesa provocó el tercer tanto blanco. Un error de Rico Lewis dejó sólo ante Ederson a Vinicius que tras una vaselina fallida, permitió a Bellingham empujar sobre la línea el balón para dar la victoria y poner pie y medio en la siguiente ronda.
Primera victoria ante un equipo grande en lo que va de temporada que sirve para llegar con ventaja al partido de vuelta.