Munuera Montero destrozó cualquier esperanza del Real Madrid de sumar los tres puntos en El Sadar. Un nuevo escándalo arbitral privó a un buen conjunto blanco de ganar a Osasuna. Los de Ancelotti no pudieron pasar del empate (1-1) en un partido en el que Jude Bellingham fue expulsado y no se pitó un penalti clarísimo de Moncayola sobre Vinícius en la primera parte y se concedió un penalti que no era a favor de Osasuna en la segunda.
Mbappé ‘killer’, Munuera Montero protagonista
El conjunto blanco comenzó con ganas. Vinícius, enchufado desde el minuto 1, percutió por la banda izquierda en una jugada que terminó en la mano de Catena, quien se había tirado a cortar el pase atrás del brasileño en el área. Vini y sus compañeros pidieron penalti pero el colegiado del encuentro, Munuera Montero, no lo consideró así. De la conexión Mbappé – Vinícius llegó la primera gran oportunidad madridista. El francés, escorado en banda izquierda, logra sacar un buen centro al segundo palo y el carioca remata de cabeza pero de forma muy deficiente cuando parecía un gol cantado. Mbappé también tuvo en sus pies el 0-1. El de Bondy dejó correr la pelota y sacó un zurdazo cruzado que repelió bien Sergio Herrera, portero de Osasuna.
Kylian no perdonaría dos veces. Apenas cinco minutos después, Valverde realiza un carrerón por banda derecha y mete ‘el pase de la muerte’ para la llegada del ‘9’, que gana la posición a Areso y remata al fondo de la red. El Real Madrid se ponía por delante en El Sadar, con merecimiento.
Los de Ancelotti continuaron dominando el partido pero poco a poco Osasuna fue encontrándose más cómodo. Tanto fue así, que a punto estuvieron los rojillos de igualar la contienda en el minuto 29. Un paradón milagroso de Thibaut Courtois a un potente disparo de Aimar Oroz, que previamente había botado en el césped, salvó al cuadro merengue.
El tramo final de la primera parte se fue complicando más y más para el Real Madrid, llegando a su clímax en el minuto 39. Tras un saque de puerta a favor del conjunto blanco, Bellingham se acerca al árbitro y dialoga con él, la secuencia continúa hasta que, Munuera Montero decide expulsar al británico por algo que el centrocampista le dice. No se sabe el qué, pero el trencilla no dudó en sacar la roja directa. El cuadro pamplonica se volcó a por el empate desde la expulsión de Bellingham pero el Real Madrid resistió hasta la conclusión de los primeros 45 minutos pese a vivir un arbitraje completamente en contra.
Un arbitraje tétrico
Si la primera mitad terminó con la polémica de la expulsión a Bellingham, la segunda tuvo otra pasados los diez minutos de juego. Courtois, con un nuevo paradón, saca el remate a quemarropa de Moncayola pero el rechace le queda a Budimir que remata fuera. Una vez que el croata dispara, Camavinga le pisa en una acción provocada por el lance del juego. Sorprendentemente el VAR avisa al árbitro a diferencia del penalti no señalado de Moncayola sobre Vinícius en el primer tiempo. Munuera Montero va al monitor y pese a que, claramente se aprecia que el pisotón llega una vez realizado el remate, inexplicablemente señala pena máxima a favor de Osasuna. El propio Budimir no falla desde los once metros y pone el 1-1 en electrónico.
Pese a contar con un jugador menos, el Real Madrid siguió acercándose con peligro a la meta rojilla. Vinícius y Mbappé merodearon el 1-2 pero sin acierto en los metros finales. Lo propio hizo Modric tras un gran envío de Vinícius, pero el remate se marchó alto. Pudieron llevarse también el choque los de Ancelotti en el descuento pero una intervención extraordinaria de Sergio Herrera a un disparo cruzado de Mbappé dejó a los madridistas sin premio.
Otra negligente actuación arbitral deja al Real Madrid de nuevo sin los tres puntos. Tercer partido consecutivo del conjunto blanco en el que se va sin victoria. El liderato en el aire y la sensación de que de nuevo el estamento arbitral no le ha dejado ganar.