Si hay una figura que sigue siendo toda una referencia en el mundo del fútbol pese a estar retirado desde hace muchos años, ese es José María Gutiérrez, conocido popularmente como ‘Guti‘. Además, dentro del madridismo sigue siendo una figura muy importante. Ahora, Guti se dedica a comentar partidos, y es que está completamente autorizado para hacerlo tras su gran trayectoria. Ahora ha concedido una entrevista a GQ y ha hablado de la actualidad del Real Madrid y de la figura de Ancelotti, de los trofeos que ha ganado con el conjunto blanco así como ha contado cosas de su vida como futbolista.
Guti comentó en esta charla que «de todas ellas me quedo con la Séptima, sin duda. Había muchas ganas de ganarla, la ciudad se volvió loca, lo celebramos con los descapotables por Madrid… Una locura». Y, por contra, «de la Octava (2000) me acuerdo con pena», explicó.
Y es que la recuerda con pena debido a que «sufrí una de las lesiones más largas de mi carrera (un edema óseo que hizo que su temporada terminara en abril) y la seguí con muletas. Siempre es una alegría ver a tus compañeros ganar, pero te deja un poso amargo no haber podido competir con ellos». Esta lesión hizo que perdiera un protagonismo que claramente iba a tener.
También habló de la Novena, y sobre esta dijo que «estaba preparado para saltar al campo y ser el tercer cambio, pero César se lesionó y tuvo que salir Iker Casillas. Supuso una decepción, pero ganar mi tercera Copa de Europa, ver el golazo de Zidane y celebrarlo con mis compañeros también fue impresionante».
Su vida fuera de los terrenos de juego
No es un secreto para nadie que José María Gutiérrez aprovechaba su tiempo libre para disfrutar y pasarlo bien. Pero eso no le evitó ganar 15 títulos en sus 542 partidos, sin embargo, hay personas que aún piensan que si se hubiese centrado más en el fútbol y menos en su vida fuera del campo había conseguido aún más resultados.
Sobre esto también habló el exfutbolista: «Sí, me gustaba salir por la noche, pero nunca lo hice el día antes de jugar un partido. El fútbol era muy importante, pero no quería que mi vida fuera sólo eso. Quería conocer gente y por eso hacía la vida que hacía», sentenció Guti.
Eso sí, la llegada de Cristiano hizo que las rutinas de todo el equipo cambiaran, ya que el gimnasio pasó a ser imprescindible y, además, había que pasar varias horas allí. «Yo no sé si Cristiano estaba en el gimnasio a las 06:30 de la mañana, porque yo a esa hora no estaba», dice entre risas. «Antes de él había otros jugadores que iban antes o después de los entrenos al gym, pero con Cristiano se convirtió en una obligación, en algo que todos tenían que hacer. Él contagiaba a los demás lo de cuidarse. La parte de la imagen ahora mismo es superimportante, no solo por cómo se juega al fútbol, sino por las redes sociales. Ahora los jugadores viven más expuestos y tienen que cumplir».
El odio en las gradas
Guti sabe lo que es sufrir insultos en los terrenos de juego. Él los sufrió durante muchos años, por eso tiene claro que no hay que callarse y se deben denunciar todos los malos comentarios recibidos para que así el fútbol vaya mejorando. «Me parece fantástico que se cuide más a los jugadores. Hay que proteger el fútbol, evolucionar y acabar con comportamientos que antes parecían normales y que no lo eran de ninguna manera. Es importante que cualquier futbolista que se sienta incómodo o que reciba acoso dentro del campo lo denuncie; eso va a hacer que el deporte mejore».