Una fecha marcada en rojo en el calendario del Real Madrid: la visita a Vallecas de este próximo sábado. Tras un mes de noviembre y comienzo de diciembre bastante notable con solo un tropiezo (San Mamés), los blancos están ante una gran oportunidad de, al menos meter presión al Barcelona y ser líder de la Liga EA Sports aunque sea solo por unas horas, algo que no ha ocurrido en todo el campeonato.
203 días después, desde el pasado 25 de mayo el Real Madrid no sabe lo que es liderar LaLiga. Fue ante el Betis en el último partido de la pasada temporada. Los blancos empataron a 0 ante los andaluces en un partido en el que el equipo no se jugaba absolutamente nada más que celebrar un título liguero más que se consiguió semanas antes. Desde aquel día, una larga travesía de meses en los que el equipo siempre ha estado a la estela del líder sin llegar a asaltar ese primer puesto aunque solo fuese por unas horas, algo que puede ocurrir este sábado en la jornada 17 del campeonato.
17 jornadas de espera
Ha sido hasta el momento uno de los datos más anecdóticos de la temporada y que sin duda, nadie podría imaginarse a estas alturas de Liga.16 jornadas después, los de Ancelotti, claros favoritos en la carrera por LaLiga, pueden recuperar el trono que perdieron desde mediados del mes de agosto. Tras el tropiezo en el debut ante el Mallorca, los blancos no han tenido ninguna oportunidad de colocarse al frente de la clasificación, cosa que puede cambiar tras la visita del equipo a Vallecas.
En esta jornada, correspondiente a la 17, el Real Madrid tendrá la «ventaja» que meter presión al Barcelona en caso de vencer al Rayo Vallecano. Los azulgranas jugarán 24 horas mas tarde, ante el Leganés en el Lluis Companys (domingo, a las 21:00) ya sabiendo si el equipo blanco ha recuperado el liderato. Aún así, pase lo que pase, el equipo madrileño tiene un partido menos que los blaugranas que recuperarán en la visita a Mestalla del próximo 3 de enero.
De Mallorca al clásico, el Real Madrid tocó fondo
Lo que comenzó siendo como una temporada muy ilusionante, no solo por la gran plantilla configurada en verano, si no también por la consecución del primer título de la temporada ante la Atalanta, se convirtió en dos meses en algo muy difícil de digerir, no solo por los resultados que no acaban de llegar, si no también y casi más importante y preocupante, el mal juego del equipo.
El 27 de octubre, tras la debacle del clásico (0-4), los de Ancelotti tocaron fondo. El conjunto blanco se quedó a seis puntos del Barcelona y con la sensación en esos momentos de ser una distancia casi inalcanzable. Una semana después, con la suspensión del partido ante el Valencia, la distancia se aumentó a 9 puntos, la más grande desde el comienzo de LaLiga.
Todo cambió en noviembre
Con la victoria ante Osasuna (4-0), el equipo cambió radicalmente el rumbo de la temporada. Cuatro victorias en los últimos cinco partidos ligueros, ayudados por un fatal mes de los azulgranas le ha permitido al equipo de Ancelotti reengancharse a LaLiga hasta tal punto de que vuelven a depender de sí mismos. A solo dos puntos con un partido menos, Vallecas será el primer «match ball» para dar un golpe encima de la mesa del campeonato.
Valencia es el «día D»
Más allá del partido en Vallecas que puede devolver el liderato momentáneamente, las miradas apuntan al 3 de enero en Mestalla. Ese día, el Real Madrid no solo recuperará su partido aplazado por la DANA, si no ahí sí, ser líder en solitario por primera vez en toda la temporada. Hasta este día, el objetivo sigue siendo meter presión ganando tanto al Rayo en Vallecas como al Sevilla el próximo día 22 en el Santiago Bernabéu en el partido que cerrará el año.