El Real Madrid volvió a demostrar ayer en el Benito Villamarín que cada vez que le llega una prueba importante, fracasa. La derrota (2-1) frente al Betis es el enésimo ejemplo de que el conjunto blanco no está sabiendo sacar adelante los partidos clave de la temporada y ante rivales de cierta entidad se diluye como un azucarillo. En una temporada con muchos altibajos, es en citas como la de ayer en las que el equipo no da el do de pecho y muestra su peor versión. Encuentros que son vitales en las aspiraciones de título de los blancos acaban casi siempre con el mismo desenlace, con el Real Madrid dejándose puntos, ya sea empatando o perdiendo el choque.
Una constante este curso
Los de Ancelotti llevan arrastrando este problema desde el inicio de la temporada. Aquel Madrid de la 2023/2024, implacable, que dominaba con puño de hierro España y Europa, y que tan solo sufrió dos derrotas en toda la campaña, es un mero espejismo del Madrid actual. Endeble, frágil y sin la personalidad suficiente para hacer frente a las dificultades. La tónica del cuadro merengue a lo largo de esta temporada ha sido ser incapaz de ganar a los equipos más importantes a los que se ha enfrentado en La Liga y en la Champions.
Al Atlético de Madrid no ha podido ganarle en ninguno de los dos duelos ligueros. En la jornada 8 dejó escapar los tres puntos en el Metropolitano recibiendo un gol de Correa en el 95′ que supuso el 1-1 mientras que en el encuentro de la segunda vuelta en el Santiago Bernabéu se repitió el mismo resultado. Ahora se avecinan dos nuevos derbis en Champions y por lo tanto, dos nuevas oportunidades para por fin vencer a los rojiblancos.
Si hablamos de los enfrentamientos contra el FC Barcelona, el balance es para echarse a temblar. Dos durísimas derrotas con la escandalosa cifra de 9 goles en contra. El primer duelo, en la jornada 11 de La Liga, se resolvió con un contundente 0-4 en el Santiago Bernabéu, y el segundo, correspondiente a la final de la Supercopa de España por otro abultado 5-2.
La sangría en el campeonato liguero también ha dejado derrotas en escenarios importantes de la Primera División. El Real Madrid fue incapaz de plantar cara al Athletic en San Mamés y cayó derrotado (2-1) y el más reciente, el tropiezo por el mismo resultado en el Benito Villamarín frente al Betis. Un Real Madrid con mandíbula de cristal.
Si viajamos a Europa, los blancos también cosechan dos dolorosas derrotas. El Milan asaltó el Bernabéu (1-3) en la jornada 4 de la fase de Liga de la Champions, y en la siguiente fecha el Real Madrid visitó Anfield y también sucumbió. 2-0 contra un Liverpool muy superior.
Algunas excepciones
Son pocas las excepciones en las que el Real Madrid sí que ha respondido ante una gran cita esta temporada. En el ámbito doméstico se pueden salvar los partidos en el Reale Arena tanto de Liga como de Copa del Rey. En Liga vencieron a la Real Sociedad 0-2 en la jornada 5 y lo propio hicieron el pasado miércoles en el encuentro de ida de las semifinales de Copa, aunque esta vez 0-1.
En cuanto a la Champions, los de Ancelotti respondieron con carácter en la fase de liga al 0-2 del Borussia Dortmund para terminar remontando el partido y lograr un meritorio triunfo 5-2 con exhibición y hat-trick de Vinícius incluido. Y también mostraron una buena versión en el Playoff ante un Manchester City muy venido a menos. Ganaron los dos partidos (Etihad y Bernabéu).
El conjunto blanco está obligado a cambiar el chip y por fin lograr buenos resultados ante los grandes rivales si quiere al menos tener opciones de luchar por los títulos que sigue en liza. La debilidad en las grandes noches está siendo uno de los mayores hándicaps del Real Madrid esta temporada y debe reaccionar ya o se esfumaran todas las opciones de éxito.