Aurelien Tchouameni volvió a ser titular como defensa central en el duelo de Champions de la pasada noche en Bérgamo ante la Atalanta. El francés, que ya fue de la partida en el último partido liguero en Montilivi frente al Girona, repitió de nuevo en el centro de la zaga en Italia, una muestra clara de la confianza que Ancelotti tiene depositada en él. El técnico transalpino con sus últimas decisiones deja claro que para él, Tchouameni ha de ser el compañero de Rüdiger. Una elección cuanto menos discutible viendo el nivel de Aurelien en los últimos encuentros, que contrasta con la gran irrupción de Raúl Asencio con el primer equipo.
El francés no muestra fiabilidad
La temporada de Tchouameni no está siendo para nada la mejor de su carrera. Ya antes de la lesión de Militao, cuando actuaba como pivote, estaba lejos de su versión optima. El francés, descentrado, cometió varios errores y fallos individuales que provocaron las críticas y dudas de la afición madridista por su pobre rendimiento en el terreno de juego. El ’14’ del equipo no llegaba a dar el equilibrio necesario y el medio campo blanco se resentía. Una fragilidad que condicionó varios resultados este curso como el 0-4 de El Clásico o el 1-3 ante el Milan en Champions, partido en el que fue sustituido al descanso.
Como central, Tchouameni tampoco está siendo sobresaliente. Una posición a la que poco a poco se va acostumbrando pero que se nota que no es la suya de formación. El galo cuenta con despistes propios de alguien sin experiencia en la demarcación y que, pese a esforzarse por adaptarse lo mejor posible, muestra debilidad defensiva en ciertas ocasiones. La última muestra de ello se pudo ver en el partido de anoche. Tchouameni, cometió el penalti que posteriormente significó el empate de la Atalanta. El ex del Mónaco, pecó de ingenuo y trabó ligeramente a Kolasinac en el área. Una acción rigurosa que terminó con tarjeta amarilla para el jugador y un desenlace fatal para los blancos.
Asencio, desplazado al banquillo
Ayer en Bérgamo Ancelotti eligió otra vez a Tchouameni para acompañar a Rüdiger en la zaga, dejando de nuevo a Asencio en el banquillo. ‘Carletto’, que desplazó al canterano a la suplencia en el duelo frente al Girona, explicó que la decisión estaba tomada en función del cansancio y que Asencio venía arrastrando fatiga del choque en San Mamés frente al Athletic. Con el partido en Montilivi para descansar, se esperaba que el canterano regresara al once en el choque de ayer ante la Atalanta, sin embargo, los planes de Ancelotti eran otros.
Las notables actuaciones del canterano en los últimos partidos no han sido suficiente para hacerse con un puesto desierto tras las lesiones. Asencio entró con el pie derecho en su debut frente a Osasuna, con un gran desempeño defensivo coronado con una asistencia maravillosa para el gol de Bellingham. Al castillista no le pesaba la exigencia de dar el salto a la élite y así lo demostró en los siguientes partidos: Leganés, Liverpool, Getafe y Athletic. De hecho, en Anfield aguantó la presión del escenario y dejó grandes acciones individuales.
Tras estas grandes actuaciones todo hacía indicar que se había ganado el puesto y que tanto el entrenador como el club confiaban en él para cubrir la posición de central, pero la realidad no ha sido así y Ancelotti le ha vuelto a dar la espalda a un joven talento. Raúl Asencio ve ahora con resignación como un irregular Tchouameni le ha adelantado a ojos de su entrenador.
Aurelien, seguirá siendo el central titular en las grandes citas hasta que Alaba, en la recta final de su recuperación, regrese y alcance un buen estado de forma. El Real Madrid no tiene intención de reforzarse en el mercado de fichajes invernal y el austriaco apunta a ser el único refuerzo de cara a la segunda mitad de la temporada.