Capitán Tchouameni. El francés, vive uno de sus mejores momentos futbolísticos. Pieza clave para Ancelotti en el Real Madrid desde prácticamente su llegada, con Francia vive una vida paralela. Para Deschamps, el mediocentro es un jugador fundamental y así se ha encargado de decirlo una y otra vez el seleccionador francés. Tantos galones tiene en su país, que ante Israel, fue el capitán, algo que se volverá a repetir en el segundo encuentro de este parón internacional por la ausencia de Kylian Mbappé, ausencia en la convocatoria por descanso.
Francia tiene a su nuevo Kanté. Aunque sorprendentemente fue de lo más destacable de la selección gala en la pasada Eurocopa, su vida en Arabia anuncia un tempranero retiro dorado del ex del Chelsea. En Francia lo saben y se han puesto manos a la obra para encontrar a su sucesor. La búsqueda no pudo ser más sencilla a la par que exitosa. Aurelién Tchouameni es el nombre propio. A pesar de su juventud, el mediocentro se ha enfundado en 37 ocasiones la elástica francesa. Titular en 31 encuentros, ante Israel recibió el mayor galardón posible, ser capitán de la selección. Un premio al trabajo y al compromiso que ha demostrado el madridista desde su debut.
Los dos últimos años de Tchouameni así lo demuestran. Desde su llegada a Madrid, su nivel ha ido progresando notablemente, tanto con el club con la selección. Importante en las grandes citas, en la pasada Eurocopa ya confirmó Deschamps que será fundamental. Aunque es cierto que el nivel de Kanté fue sobresaliente, el madridista participó en todos los encuentros de su selección salvo en el debut, donde no jugó ni un minuto por la lesión que sufrió con el Real Madrid y que le obligó a perderse la final de la Champions en Wembley frente al Borussia Dortmund.
En este último parón internacional, ante Israel completó prácticamente todo el partido y pensando ya en Bélgica, su próximo rival, mostró su orgullo en la previa: “Creo que es una realidad, siento la confianza del grupo y del entrenador. Desde el momento en que supe que sería capitán en el primer y segundo partido, fue un gran orgullo”.
Tchouameni – Camavinga, el timón de Francia
En Francia se frotan las manos no solo con Aurelién, si no con la pareja que forma junto con su socio perfecto, Camavinga. La pareja que está destinada a darle la estabilidad y la solidez a la selección gala durante la próxima década. Su unión en el Real Madrid, el ejemplo perfecto de lo que se verá con la selección.
En el Real Madrid, la historia se repite. Titular para Ancelotti desde su llegada, a pesar de no comenzar teóricamente al nivel esperado, el italiano confía en él siempre que está disponible. Ya sea de pivote, su posición natural, o en la defensa, donde se le ha reconvertido por obligación pero donde ha demostrado que puede jugar con total garantías. El sucesor de Casemiro, a pesar de la presión que supone decir eso, no se ha achantado nunca. Su capacidad física y la buena técnica a la hora de sacar la pelota, claves para que tanto Deschamps como Ancelotti le hayan dado la autoridad en el centro del campo.
En el equipo blanco, debido a las dificultades en forma de lesiones que ha sufrido en la defensa estos últimos 12 meses, se le ha visto al mediocentro casi más de central que de mediocentro. Y aunque es cierto que él en varias ocasiones ha dicho que no es su posición ideal, Ancelotti confía plenamente en el francés en esa posición, lo que parece confirmar que para el encuentro en Vigo, con la lesión de Militao, volverá a ser pareja junto a Rudiger.