Un pensamiento común sobrevuela en la mente del madridismo. Después de una nueva exhibición de Fede Valverde como lateral derecho, en la parroquia blanca se cree firmemente que el uruguayo no es humano. A pesar de llegar al encuentro ante el Atlético de Madrid prácticamente al 50% de sus capacidades físicas, el reconvertido para la ocasión a lateral derecho, volvió a firmar su enésima exhibición esta temporada. Ni la falta de ritmo de las dos últimas semanas, ni por supuesto, los problemas físicos que arrastraba, se notaron durante los 70 minutos que le duró la gasolina para continuar en el campo. Tras el partido, hasta el propio Carlo Ancelotti, un enamorado del uruguayo, volvió a deshacerse en elogios hacia Valverde.
Valverde, superior al resto
El uruguayo volvió a demostrar que estando al 50-60% sigue siendo igual de decisivo que el resto. Pieza clave para Ancelotti, su presencia en el once titular era necesaria para mantener el orden en la defensa blanca. Prueba de ello, su participación obligaría a Simeone a dar entrada a Lino en lugar de Gallagher. Aún así y aunque su presencia era realmente arriesgada por el temor a que esta vez sí, se produjera una rotura muscular, Valverde debía estar. Tan importante era su presencia que tardó solo 5 minutos en decantar el partido o al menos, el inicio. Un pase milimétrico a la espalda de Javi Galán permitió a Rodrygo tener la ventaja necesaria para posteriormente abrir la lata con un auténtico golazo. Primera llegada del Real Madrid y primera pincelada del uruguayo. Pero no solo en ataque, en su labor defensiva volvió a estar sublime.
Desde el primer tanto, el equipo dio un paso atrás y comenzó a trabajar más en tareas defensivas. Ahí, tanto a él como al resto del equipo, le tocó ponerse el mono de trabajo y aunque los rojiblancos aprovecharon más el perfil izquierdo, Valverde fue decisivo en varias jugadas casi cantadas de gol. La más destacada, una acción de mucho riesgo en la que tuvo que sacar la pelota prácticamente en la línea para evitar que Lino llegase al segundo palo. No solo en esa acción fue clave. A la hora de interceptar acciones peligrosas fue de los mejores. Hasta cuatro ocasiones clave desbarató. Y sobre todo, eliminó cualquier posible acción a su espalda, un apartado en el que estuvo inconmensurable. Tal exhibición firmó Fede que solo fue regateado una vez en los 74 minutos que estuvo sobre el campo, momento en el que se le acabó el combustible.
Ancelotti, rendido a Valverde
La intervención de Carlo Ancelotti tras el encuentro sirvió para que el italiano dijese lo que piensa todo el madridismo del ocho del Real Madrid. El técnico no tuvo reparo en elogiar a su futbolista, no solo por el esfuerzo que había hecho en el encuentro, si no el que había hecho para estar en la cita: «No me quedan palabras para él. Ha hecho un esfuerzo tremendo, fantástico, pero es solamente cansancio. Está contento de haber vuelto», reconociendo así incluso la mejor noticia de todas, que fue solamente un cambio por cansancio y que estará en la vuelta.
Lo que es evidente es que para las grandes citas, Valverde está muy por delante de Lucas Vázquez. El gallego, aunque también es cierto que no llegaba en su mejor momento físico, entró precisamente para dar descanso al uruguayo. De cara al domingo, los papeles volverán a invertirse. Lucas volverá a tener su oportunidad en Liga y Ancelotti dará descanso a Valverde que muy probablemente no entre ni en la convocatoria pensando en el encuentro del próximo miércoles en el Metropolitano. Ahí sí, Valverde volverá a ser clave.