Celta y el Bernabéu dictarán sentencia. OK o KO, eso es a lo que se enfrenta el Real Madrid. Tras la catástrofe en la final de la Supercopa, el equipo blanco volverá a jugarse otro título sólo cuatro días después. Tras decir adiós al septete y sobre todo, hacerlo de una manera tan sonrojante, los de Ancelotti tendrán otra prueba de fuego ante un Celta de Vigo que no tendrá nada que perder. Con la ilusión de asaltar el Bernabéu y meterse en cuartos, los blancos tendrán que sobreponerse a una derrota que aún duele y mucho. Ancelotti, en el alambre, no hará demasiadas rotaciones a pesar del cansacio.
Secuelas del clásico
Será un partido dentro de varios. Con el objetivo primordial que volver a estar en cuartos dos años después, la gran mayoría de jugadores tendrán que jugar su propio partido. Una plantilla más señalada que nunca, incluido el entrenador, solo Mbappé, Valverde y Courtois se salvan del «examen final». La derrota en Arabia dolió y mucho. El fracaso de no conseguir el título, pero sobre todo la manera creó una herida muy profunda en el sentimiento del aficionado del Real Madrid que veremos como responde.
«En caso de perder, el equipo no daría un paso atrás», destacó Ancelotti en la previa de la final. Se equivocó, vaya si se equivocó. El malestar del aficionado ante la incapacidad de competir del equipo ha dolido y mucho. La sensación no solo de que el equipo no saca adelante los encuentros importantes si no lo más preocupante, que el equipo no compite ante los grandes.
En el alambre
Esta es la situación de Carlo Ancelotti. A pesar del buen momento del equipo (hasta la final), la irregularidad habitual vista durante la temporada no termina de dejar tranquila a la dirección del club ni por supuesto Florentino Pérez, pilar que siempre ha respaldado al italiano. Con una reunión pendiente entre ambas partes para hablar del futuro, mercado incluido. el italiano tendrá que preparar el partido más importante casi de la temporada. Por transcendencia.
Señalado más que nunca por la afición, los cambios y sobre todo las decisiones entorno a la presencia o no de algunos jugadores en los partidos importantes han terminado por desencantar a una afición que veremos como recibe al italiano.
Respecto a lo estrictamente deportivo, Ancelotti rotará pero no demasiado. Aún así, el cansancio y molestias físicas que arrastran algunos jugadores de los últimos encuentros obligarán a Carletto a dejar a algunos jugadores fuera del once, repartidos tanto en el encuentro ante el Celta como en el próximo liguero ante Las Palmas. Nombres como el de Rüdiger o Mbappé, con esas molestias en el tobillo tienen muchas opciones de comenzar desde el banquillo. Lunin, portero de la Copa de momento, regresará a la portería. Vinicius, con la sanción en Liga, será titular.
Una copa que ilusiona al Real Madrid
Las ganas de redimirse tras la Supercopa, sumado a las aspiraciones por conseguir el sextete, hacen de esta Copa un torneo ilusionante para los blancos. Además, la derrota del año pasado en octavos ante el Atletico de Madrid que privó a los blancos de conseguir el pleno de títulos aún sigue coleando entre los propios jugadores. Con la espina del año pasado aún clavada, quieren darle la importancia que merece a este partido y sobre todo título.
El conjunto madrileño que llega a este encuentro tras clasificarse de manera holgada después de vencer a la Deportiva Minera con un Güler decisivo para el transcurso del encuentro gracias a un doblete. Tras no jugar ni un solo minuto en la Supercopa, veremos si tiene minutos.
Sin Aspas
Será la principal ausencia en el cuadro vigués. El «príncipe de las bateas» se perderá el encuentro por lesión. Acostumbrado a ser un quebradero de cabeza para el Real Madrid, no estará como ya pasó en el encuentro liguero que se perdió por sanción. En su lugar, Borja Iglesias será la referencia. El ex del Real Betis que llega tras anotar en el último encuentro a pesar de la derrota de su equipo en Vallecas (2-1).
Los gallegos llegan a esta tercera ronda tras vencer de manera clara al Salamanca (0-7) y sobre todo al Racing de Santander. Al que consiguieron doblegar con mucho sufrimiento en los minutos finales con remontada incluida (2-3). A pesar de la dificultad del encuentro, el último precedente copero le da esperanzas a los vigueses.
En la temporada 16/17, aún en eliminatoria a doble partido, los celestes consiguieron dejar por el camino a los blancos. Una meritoria victoria en el Santiago Bernabéu (1-2) puso de cara la eliminatoria para los gallegos que solo tuvieron que aguantar en Balaídos (2-2). Los blancos se quedarían en el camino privándose de conseguir el triplete aquel curso. Por su parte, el equipo entrenado en aquel entonces por el «Toto» Berizzo acabaría cayendo en semifinales ante el Alavés.